Un consorcio europeo activa el primer satélite experimental con capacidad de red 6G y conectividad directa a smartphones sin infraestructura terrestre

Un consorcio de investigación europeo ha logrado un hito en la historia de las telecomunicaciones espaciales al poner en órbita con éxito el primer satélite capaz de ofrecer conectividad 6G directa a dispositivos móviles sin necesidad de estaciones terrestres intermedias. El satélite, denominado “Orion-1”, forma parte de una constelación experimental que busca validar un nuevo modelo de acceso a internet completamente autónomo, descentralizado y sin infraestructuras físicas en tierra.

A diferencia de sistemas anteriores, “Orion-1” no se limita a funciones de respaldo o cobertura de emergencia: proporciona conectividad nativa de alta velocidad, baja latencia y soporte para dispositivos móviles estándar. Utiliza un sistema de antenas inteligentes basadas en metamateriales reconfigurables y es capaz de gestionar el tráfico de red mediante algoritmos de inteligencia artificial embarcada.

Según los responsables técnicos, la señal puede ser recibida por móviles convencionales equipados con un chip de última generación, sin necesidad de hardware adicional. Además, el satélite incorpora un protocolo de cifrado cuántico para comunicaciones críticas, lo que refuerza su uso en situaciones de seguridad, defensa civil o desastres naturales.

Este avance abre la puerta a un nuevo paradigma de telecomunicaciones espaciales: redes móviles globales sin depender de torres, fibra o infraestructura urbana. Las pruebas iniciales muestran velocidades sostenidas de hasta 1,2 Gbps con una latencia inferior a 25 ms en entornos abiertos.

El objetivo del consorcio es escalar esta red con 20 satélites adicionales antes de 2027, y establecer un estándar abierto que permita a los fabricantes y operadoras adoptar este modelo en zonas rurales, marítimas, de difícil acceso o incluso en misiones de exploración lunar.

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